Gotas en el cristal

“Quizás sea que los días de lluvia están hechos para recordar”, ese era su pensamiento desde que, con los ojos aún sin abrir del todo, le provocaba el sonido de las gotas contra el cristal de la ventana. Y era cierto, los días de lluvia le ponían melancólico y le recordaban a estampas del pasado, a paseos bajo un mismo paraguas.

Ese mismo sonido le recordaba al crudo invierno, al frío sin abrazos, a los días cortos y nublados y sobre todo a las ausencias. Todo era extraño, incluso la rutina a la que ya se había adaptado.

Parecía que costaba más seguir día a día, que mirar caer la lluvia era su mejor plan, que no tocaba estar en esa época de esplendor. Todo se nublaba a su alrededor y ese era su mayor problema, la realidad quedaba distorsionada como el paisaje que miraba a través de las gotas del cristal.


ASL

Tatuador

Otra vez tú y yo a solas, otra vez intentando hacer que todo fluya como cuando era mucho más que yo. Ahora me encuentro ante ti, desnuda como siempre, con mil palabras con las que tapar tu desnudez.

Poco a poco los poros de tu piel se van llenando de tinta y yo me voy quedando vacío, lleno de frío y nostalgia, de buenos momentos, de buenas palabras y de sueños perdidos por el camino. Es quizás así como se siente uno cuando cae derrotado, probablemente sea esa mi sensación en estos días.

Quedan ya pocos huecos de piel que tapar con vagas reflexiones que acaban sacando, quizás, una sonrisa a media asta. Se acabó, no queda nada en blanco y no pude escribirte lo más importante así que si me dejas te lo susurraré al oído con mucho gusto, preciosa.



ASL