domingo, 25 de marzo de 2012

Un día va la vida... y te sorprende

Era una fría mañana de invierno, el como cada día desayunó y se refugió en su habitación dispuesto a estudiar.

Las horas pasaron entre temas y temas hasta que encendió tuenti, estaba cansado de aquella asignatura que sabía que era imposible de aprobar, y empezó a chatear con su amiga que le propuso jugar con una compañera de clase. No pudo decir no y sin saberlo ahí abrió las puertas de su corazón a una tercera jugadora, desconocida para el aunque las partidas se sucedieron una tras otra sin dar indicios de todo lo que pasaría días más tarde cuando twitter tomó protagonismo con un deseo hacía aquella tercera jugadora para el examen del día siguiente. Ella, sin saber nada, empezó a morir lentamente por aquel desconocido que se comportaba de aquella manera hasta que decidió agregar a aquel chico tan amable a tuenti donde empezó la segunda parte de esta historia.

Las conversaciones entre ambos empezaron a ser casi diarias, el buscaba desde su móvil su nombre constantemente en el chat o incrementaba sus visitas a su perfil, ella solo quería leer sus frases, sus "bonitas" palabras, podía perfectamente estar leyendo sin decir prácticamente nada, adoraba cada minuto que pasaban juntos chateando. Todo había cambiado, el empezaba a verla como más que una desconocida o una cara bonita, empezaba a sentirla dentro de su vida, para ella no era tan fácil, los miedos y terceras personas jugaban su papel, crudo papel para ese "bicho raro" que cuando la vio por primera vez en persona no dudó en decirse "esta chica debe ser mía". Pasados los días, no aguantó y decidió declarar lo que creía que era evidente, que esa tercera jugadora ahora jugaba de titular en su corazón y que pensaba darle todos los mimos, cuidados y confianza que necesitase, que cuidaría de ella como si de su propia vida se tratase... y a día de hoy hace dos meses que empezó a cumplir su promesa, la de quererla todos los días desde que se levantase hasta que se acostase.

Ambos se devolvieron a la vida en aquel mágico primer beso y volvieron a creer en aquello de que los príncipes azules a veces existen y encuentran a sus princesas.


ASL

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