Otra vez la misma historia, una página en blanco y mis ganas
de expresarme. Mis mismos miedos, las mismas ilusiones y sueños por cumplir. En
este instante empiezo a cuestionarme si mi vida ha cambiado o sigue siendo igual.
Sin duda lo ha hecho, las ilusiones siguen intactas y las ganas de luchar
también, entonces, ¿Qué ha cambiado?.
Por fin mi cambio de aires, que porque no decirlo, tiene
nombre propio y ha llegado cuando ya había empezado a dejar de creer ciertas
cosas. Cuando dejé ilusiones atrás como imposibles, metas que ese soplo de suave brisa renovadora
se ha encargado de devolver en un simple te quiero cuando más perdido andaba en
mi mundo.
Gracias por ser la brisa que abanica la sonrisa que
provocas.
ASL
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